06 noviembre, 2017

VENCER LOS MIEDOS


Los miedos... qué subjetivos pueden ser: el miedo que uno pueda tener, a otro le parecerá una tontería o imposible que “eso” le paralice...y viceversa.


Cierto es que todo está en la mente, y que si nos lo proponemos podemos vencer a nuestros miedos, todo es cuestión de superación; basta con que un día decidas enfrentarte a ellos, olvidando el bloqueo que esos miedos te provocan; solo así lograrás enfrentarte a ellos y superar ese reto... Te aseguro te sentirás más realizado.
Todo está en nuestra mente, la mente es muy poderosa, más de lo que a veces creemos.


Mi ejemplo más reciente, lo viví durante mi embarazo: Toda la vida la maternidad me había dado mucho respeto, básicamente por el tema “parto”; siempre me generó mucho respeto, miedo, hasta el punto de que cuando escuchaba la experiencia de alguna amiga y/o conocida, me producía tal estupor que me llegaba a encontrar mal ( una vez tuve que sentarme del bajón de tensión que me estaba dando) y ya podía estar contándome una experiencia maravillosa, que lo es,aunque no se puede obviar el hecho de que traer un bebe al mundo por muy mágico que sea, duele, y duro es un rato...

Pues bien, a lo que vamos, cuando me quede embarazada inevitablemente no pude ignorar ese miedo al parto, ni evitar pensar en ello... me iba a enfrentar de lleno a uno de los miedos que me habían perseguido toda mi vida. Muchas veces cuando lo pensaba mi color de tez se volvía blanco como la nieve.

Pues bien, para que veáis lo que la mente puede hacer: Pasaban los meses, el embarazo seguía su curso, la barriga crecía con sus correspondientes síntomas ( no todo es idílico), y ese miedo fue disminuyendo; las ganas de conocer a mi pequeña, de que las molestias típicas de mi estado pasaran a mejor vida, fueron ganando terreno,hasta el punto de ansiar ese día.
Ya no sentía miedo, respeto si, miedo no.
Yo lo comparaba a cuando estabas de exámenes en la facultad y ya tenias fechado el examen final; no veía el día en que llegase, entrar al aula y que terminar, quitarlo de delante y volver a ser “libre”.

Pues esto igual, las ganas de volver a la “normalidad” de conocer a mi hija, comprobar que estuviese bien, y poder disfrutar de ella, hizo desaparecer mi miedo. Mi mente se quedo con lo positivo de la experiencia, y aunque sabia que lo iba a pasar mal, intentaba centrarme en lo bueno. Pensaba: “ Es un día, un día duro que hay que pasar, y que cuanto antes llegue y ocurra, mejor”


Por eso digo que, si queremos, podemos dar la vuelta a la tortilla, coger el toro por los cuernos, y enfrentarnos a aquello que nos apabulla y aturde


Los miedos están para ahí para eso, para enfrentarnos a ellos y vencerlos porque la vida también se basa en eso, en superarnos a nosotros mismos, y  y seguir adelante.


Intentalo, enfrentate a ellos, al final todo es subjetivo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja un comentario