19 octubre, 2017

¿QUIÉN MANDA AQUI? MIEDO AL QUÉ DIRÁN



Hoy mientras paseaba por mi barrio, presencie una escena que me gustaría compartir con vosotros:
Una madre y su hijo de unos seis o siete años, caminaban delante de mí mientras discutían. El niño tenía una rabieta importante y la madre parecía no hacerle mucho caso, supongo que con el ánimo de que le pasara a él solito y seguro que cansada de escucharlo.
 Pues bien, lo que llamó mi atención fue cuando el niño, así sin mas,golpea y trata de empujar a su madre mientas chilla más alto aún.
Ante esto, la madre se para en seco y le contesta como advirtiéndole que sea la última vez que hace eso.... Mi sorpresa fue que ante esa falta de respeto, la madre no hiciese mas que parar, advertirle y seguir caminando como si nada, porque además el chiquillo seguía con su monumental enfado.
Por el gesto que hizo la madre, me dio la impresión de que se hubiese quedado con ganas de darle una colleja, bofetada, o cachete , pero que no lo hizo por el miedo al qué dirán....no vaya a ser que la gente piense que maltrate a su hijo...

Esto me hizo reflexionar, hasta qué punto nos condiciona lo que los demás puedan pensar de nosotros o de nuestra manera de actuar ( en público sobre todo). Yo en su lugar le hubiese dado una colleja mientras le regañaba, porque esa falta de respeto hacia un padre, madre ó persona mayor , no la puedo tolerar. Debemos poner limites; han de saber lo que sí y lo que no.
Considero que tenemos que inculcar desde bien pequeños el respeto los demás y en especial hacia padres, abuelos, profesores,su mundo por así decirlo), para que la educación de nuestros pequeños vaya bien encauzada.

El problema es que éste, es un asunto muy delicado y que genera mucha controversia. Desde luego en mi niñez estoy segura de que mis padres no me hubiesen consentido esa falta de respeto, ni los padres de mis amigos tampoco; es mas, recuerdo imágenes de padres de amigos dando algún cachete y no pasaba nada, pues la tónica era pensar “algo habrá hecho”.

Lo mismo que cuando un profesor te regañaba o te enviaba una nota a casa informando de lo “ bien que te habías portado ese día”, se repetía ése “ algo habrás hecho”.
Sin embargo, hoy en día, son muchos los casos en que los propios padres se posicionan a favor de sus hijos desautorizando al profesor.... !lo nunca visto¡ y claro así nos va... dejan de ser conscientes de los limites que se pueden traspasar o no..

Hace unos meses, saltaba la noticia de que un hijo había denunciado a su madre ante la policía, porque le había quitado el móvil para que hiciera los deberes... INSÓLITO.
¿A donde vamos a llegar ? La escena, según apuntaron los medios ,se resume en que después de unos cuantos avisos sin éxito por parte de la madre,ésta le intento quitar el móvil de la mano, haciendo algo de fuerza,hecho que el hijo aprovechó para interponer denuncia a su madre por malos tratos, cuando la mujer sólo estaba ejerciendo su deber de tutela.

Lo triste es que éste no es el único caso en que un hijo denuncia a sus padres por malos tratos sin fundamento ninguno, sólo porque no les dejan hacer todo y cuanto quieren ---  Quiero separar este tema del grave problema de malos tratos REALES que por desgracia cada vez esta más presente.
Lo paradójico es que cuando el maltrato es real, las denuncias suelen tardar mas en materializarse.


Lo que intento decir simplemente es que hay que educar desde el amor, respeto, cariño, buen humor, pero marcando unos limites, para que sepan que hay ciertas barreras que no se pueden traspasar, porque mientras sean menores y se ejerza la tutela sobre ellos, los que mandan en casa son los padres y no al revés; quien ha de poner limites en las aulas son los profesores , y se les ha de tener el respeto que merecen.

De lo contrario escenas como las que he presenciado hoy y los casos que nos llegan a través de los medios, cada vez se sucederán más.
Tenemos que tener presente siempre que los estamos educando para la vida, para su futuro, y lo que hacemos al no frenarles ante estas actitudes que en parte vienen condicionadas por el que dirán, lo que estamos haciendo es reforzar ese comportamiento, pudiendo convertirse en un problema grave en el futuro

Por eso creo que debemos actuar más libremente, sin pensar tanto en que dirán los demás si hago esto o lo otro, porque no tiene nada que ver una cosa con la otra; una cosa es frenar, redirigir un mal comportamiento, para que así distingan lo correcto de lo incorrecto, y otra muy diferente es mezclar esto con el maltrato infantil.

No mezclemos temas,ni busquemos problemas donde no los hay; porque estoy segura de que esa madre que iba caminando delante de mi le da todo lo mejor a su hijo, le esta criando en un ambiente de felicidad y normalidad, y sin embargo se ha sentido cohibida, seguramente por lo que estamos tratando aquí.


Se trata sólo de mi humilde opinión, y quiero dejar claro ante todo que no estoy marcando la manera de educar ni de hacer que ha de seguir cada uno, simplemente expreso mi idea ante este asunto, porque los que estamos para guiar somos los adultos para que en un futuro estos niños sean los que marquen el camino a otros.

No por darles todo y cuanto pidan les hacemos sentir que les queremos más; al contrario en la educación hay que invertir tiempo, y paciencia, mucha paciencia.

Sandra Chao.

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