Hoy
mientras paseaba por mi barrio, presencie una escena que me gustaría
compartir con vosotros:
Una
madre y su hijo de unos seis o siete años, caminaban delante de mí
mientras discutían. El niño tenía una rabieta importante y la
madre parecía no hacerle mucho caso, supongo que con el ánimo de que le pasara a él solito y seguro que cansada de escucharlo.
Pues
bien, lo que llamó mi atención fue cuando el niño, así sin
mas,golpea y trata de empujar a su madre mientas chilla más alto
aún.
Ante
esto, la madre se para en seco y le contesta como advirtiéndole que
sea la última vez que hace eso.... Mi sorpresa fue que ante esa
falta de respeto, la madre no hiciese mas que parar, advertirle y
seguir caminando como si nada, porque además el chiquillo seguía con
su monumental enfado.
Por
el gesto que hizo la madre, me dio la impresión de que se hubiese
quedado con ganas de darle una colleja, bofetada, o cachete , pero
que no lo hizo por el miedo al qué dirán....no vaya a ser que la
gente piense que maltrate a su hijo...
Esto
me hizo reflexionar, hasta qué punto nos condiciona lo que los
demás puedan pensar de nosotros o de nuestra manera de actuar ( en
público sobre todo). Yo en su lugar le hubiese dado una colleja
mientras le regañaba, porque esa falta de respeto hacia un padre,
madre ó persona mayor , no la puedo tolerar. Debemos poner limites;
han de saber lo que sí y lo que no.
Considero
que tenemos que inculcar desde bien pequeños el respeto los demás y en especial hacia padres, abuelos, profesores,su mundo por así decirlo), para que la educación de
nuestros pequeños vaya bien encauzada.
El
problema es que éste, es un asunto muy delicado y que genera mucha
controversia. Desde luego en mi niñez estoy segura de que mis padres
no me hubiesen consentido esa falta de respeto, ni los padres de mis
amigos tampoco; es mas, recuerdo imágenes de padres de amigos dando
algún cachete y no pasaba nada, pues la tónica era pensar “algo
habrá hecho”.
Lo
mismo que cuando un profesor te regañaba o te enviaba una nota a
casa informando de lo “ bien que te habías portado ese día”, se
repetía ése “ algo habrás hecho”.
Sin
embargo, hoy en día, son muchos los casos en que los propios padres
se posicionan a favor de sus hijos desautorizando al profesor.... !lo
nunca visto¡ y claro así nos va... dejan de ser conscientes de los limites que se pueden
traspasar o no..
Hace unos meses, saltaba la noticia de que un hijo había
denunciado a su madre ante la policía, porque le había quitado el
móvil para que hiciera los deberes... INSÓLITO.
¿A
donde vamos a llegar ? La escena, según apuntaron los medios ,se
resume en que después de unos cuantos avisos sin éxito por parte de
la madre,ésta le intento quitar el móvil de la mano, haciendo algo
de fuerza,hecho que el hijo aprovechó para interponer denuncia a su
madre por malos tratos, cuando la mujer sólo estaba ejerciendo su
deber de tutela.
Lo triste es que éste no es el único caso en que un hijo denuncia a
sus padres por malos tratos sin fundamento ninguno, sólo porque no
les dejan hacer todo y cuanto quieren --- Quiero separar este tema del grave problema de malos tratos REALES que por desgracia
cada vez esta más presente.
Lo paradójico es que cuando el maltrato es real, las denuncias suelen
tardar mas en materializarse.
Lo
que intento decir simplemente es que hay que educar desde el amor,
respeto, cariño, buen humor, pero marcando unos limites, para que
sepan que hay ciertas barreras que no se pueden traspasar, porque
mientras sean menores y se ejerza la tutela sobre ellos, los que
mandan en casa son los padres y no al revés; quien ha de poner
limites en las aulas son los profesores , y se les ha de tener el
respeto que merecen.
De
lo contrario escenas como las que he presenciado hoy y los casos que nos llegan a través de los medios, cada vez se sucederán más.
Tenemos
que tener presente siempre que los estamos educando para la vida,
para su futuro, y lo que hacemos al no frenarles ante estas actitudes
que en parte vienen condicionadas por el que dirán, lo que estamos
haciendo es reforzar ese comportamiento, pudiendo convertirse en un
problema grave en el futuro
Por
eso creo que debemos actuar más libremente, sin pensar tanto en que
dirán los demás si hago esto o lo otro, porque no tiene nada que
ver una cosa con la otra; una cosa es frenar, redirigir un mal
comportamiento, para que así distingan lo correcto de lo incorrecto, y otra muy diferente es mezclar esto
con el maltrato infantil.
No
mezclemos temas,ni busquemos problemas donde no los hay; porque estoy
segura de que esa madre que iba caminando delante de mi le da todo
lo mejor a su hijo, le esta criando en un ambiente de felicidad y
normalidad, y sin embargo se ha sentido cohibida, seguramente por lo
que estamos tratando aquí.
Se
trata sólo de mi humilde opinión, y quiero dejar claro ante todo
que no estoy marcando la manera de educar ni de hacer que ha de
seguir cada uno, simplemente expreso mi idea ante este asunto, porque
los que estamos para guiar somos los adultos para que en un futuro
estos niños sean los que marquen el camino a otros.
No por
darles todo y cuanto pidan les hacemos sentir que les queremos más;
al contrario en la educación hay que invertir tiempo, y paciencia, mucha paciencia.
Sandra Chao.
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